Las estaciones de esquí y montaña de Candanchú, Javalambre y Valdelinares han obtenido la "Q" de calidad

Tras el periodo 1996-1999 en el que se llevaron a cabo importantes inversiones en nuevas infraestructuras en las estaciones de esquí de Aragón, la apuesta por la calidad y la mejora en el servicio es hoy una realidad con la implantación de sistemas de calidad en los distintos centros invernales de esta Comunidad.

A finales de la pasada temporada tres estaciones aragonesas ASTÚN, CERLER Y FORMIGAL obtuvieron el certificado de calidad tres implantar un sistema basado en una serie de normas en las que se establecen los requisitos y estánderes de servicio que deben cumplir las estaciones de esquí.

La Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña (ATUDEM), entidad que cuenta con 25 años de existencia y que engloba a la totalidad de las estaciones de esquí alpino de España, comenzó en la temporada 98-99 con la ayuda de la Secretaría de Estado de Comercio, Turismo y Pymes, el desarrollo de un Sistema de Calidad para Estaciones de Esquí, que al igual que en otros sectores turísticos tuviera como principales objetivos mejorar y adaptar el servicio a las necesidades y exigencias de una demanda creciente.

En su reunión del pasado 30 de junio el Comité de Certificación del Instituto para la Calidad Hotelera Española (ICHE) ha certificado con la "Q" de calidad a cuatro estaciones, tres de las cuales son aragonesas: CANDANCHÚ, JAVALAMBRE y VALDELINARES, estaciones acreditadas en calidad que vienen a sumarse a las cinco que obtuvieron esta distinción el año anterior.

La certificación está sujeta a la aprobación, mediante auditorías externas realizadas por empresas homologadas, del Comité de Certificaciones del Instituto para la Calidad Hotelera de España (ICHE), que está integrado por representantes de diversos subsectores turísticos, por la propia Administración y por representantes del mundo académico entre otros.